martes, 10 de marzo de 2015

El via crucis de la atención en salud en Colombia: desarticulación, desinformación, deshumanización.

El sistema actual de salud Colombiano tiene más de 20 años y sus procesos cada vez son más complejos e impiden, el acceso ágil, a la prestación de los servicios mas básicos a los ciudadanos. De nada sirve decir que es universal o mencionar sus beneficios durante las campañas políticas o mostrar los logros de la gestión del gobierno de turno, porque la realidad es que sigue siendo el mismo de hace 20 años.

Una historia en cuatro capítulos, en la que me convertí en un elemento activo y testigo de la tramitología y dificultades que tienen las personas sin recursos para acceder a la atención de sus padecimientos de salud.

Hace apenas cinco días (marzo 6, 2015), Lorena (se cambia el nombre para proteger a la protagonista), una mujer de mediana edad,  tuvo una dificultad en su estado de salud cuyo diagnóstico inicial parecía ser: apendicitis y digo parecía ser porque en el primer sitio de atención no pudo comprobarse.

Lorena, proviene de una familia humilde que se retiró hacia un país vecino, cuando en él existían oportunidades de trabajo, allí se formo como enfermera, tuvo su negocio y, bueno lo demás podrán concluirlo con solo mencionar que el precio del barril de crudo a nivel mundial ha bajado más del 50%. Para regresar a su país y buscar oportunidades, Lorena sabe que debe buscar el ingreso al sistema de salud y para esto acude a las instancias correspondientes, la secretaria de salud del municipio donde decide volver a iniciar su vida. Tal y como lo exigen los trámites del sistema de salud, es sometida al ejercicio de la encuesta para identificar beneficiarios de subsidios - sisben-, mágica fórmula, que dignifica al pobre para acceder a los “beneficios” del estado; como resultado le expiden una ficha (documento) que aparentemente ha sido registrado en un sistema de información nacional utilizado por el estado para “planear” de hecho es una de las muchas herramientas del Departamento Nacional de Planeación, para priorizar y suministrar servicios a los ciudadanos colombianos y este caso a los más pobres.

Las cosas no funcionan y decide contactar a través de conocidos a otros conocidos en el centro del país, se siente tranquila porque esta “protegida” por el super escudo del sisben y sabe que si tiene alguna dificultad, especialmente con  su salud, no tendrá problemas para resolverla, en cuanto a los recursos económicos son muy escasos, pero no por eso deja de buscar, sabe que tiene un gran reto que superar.

Como sea la suerte está echada, inicia su búsqueda de oportunidades en el centro del país, se establece en un municipio vecino a Bogotá, con un límite de tiempo no superior a 30 días para lograr esa oportunidad anhelada.

Pasan los primeros 20 días y la noche marzo 6, inicia un dolor en la parte baja del abdomen, un dolor que al inicio era insignificante pero que al pasar de las horas se complica, solicita entonces que le ayuden a encontrar un hospital público, que para el caso fue el Hospital San Antonio donde la puedan atender. Armada con la ficha de registro en el sisben (impresa) y su documento de identidad llega al hospital del municipio (cerca a Bogotá), allí es recibida y estabilizada, pero no puede ser atendida porque no hay cirujano disponible, de hecho el primer diagnóstico no es claro, no se sabe si en efecto es apendicitis. La doctora de emergencias, que atiende a Lorena, indica que si el padecimiento es una apendicitis es mejor trasladarse al hospital Simón Bolivar en Bogotá, porque Lorena tendría que esperar la remisión en no menos de 6 horas (tiempo mínimo para el traslado) y un máximo de dos días (para ese momento muy seguramente - si fuese apendicitis - ya tendría un cuadro de peritonitis) - situación que pone en riesgo su vida.

Ante esta circunstancia Lorena, decide trasladarse a Bogotá, a uno de los Hospitales insignia de la salud Publica Nacional, el hospital Simón Bolivar, para muchos el mejor en el tratamiento de quemaduras y en la atención de diversas especialidades, definitivamente era el mejor sitio donde Lorena, en el ámbito del servicio público de salud, podía estar.

Al salir del hospital del municipio, le solicitan la impresión del registro en la base de datos del silben  y copia de su documento de identidad, así mismo le piden que firme un documento donde ella declara que se retira por su “voluntad” y así inicia su via crucis.

Al llegar al legendario hospital en Bogotá, le solicitan el famoso registro en el sisben, que en original debió dejar en el hospital del municipio para que le dieran el ALTA; en ese momento ella manifiesta lo ocurrido e indica que no tiene recursos para pagar la atención, pero como ella fue registrada en el sisben podrán consultar dicha afiliación, a través de los medios electrónicos dispuestos por el estado y, así tener el respaldo del pagador de los servicios que mejoraran su estado de salud.

Lorena ingresa al hospital, a través del servicio de urgencias se realiza su admisión, pero en calidad de paciente particular, es decir le cobrarán la totalidad de los gastos como si tuviera recursos para hacerlo y a la tarifa plena del manual de tarifas, todo porque no encontraban el registro en la base de datos del sisben. 

Una vez ha ingresado al Hospital, a través del servicio de Urgencias, Lorena debe esperar, en una silla ubicada en los pasillos, 14 horas antes de recibir la noticia de que será sometida a la cirugía de apéndice.

Continuara….

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